
Dirige, actúa, toca, compone y payasea en La Sensacional Orquesta Lavadero.
Nace en 1969, año en el que la humanidad llega a la luna. El hecho parece haber marcado su destino: siempre está en la luna.
En 1988 presenta postulación para ingresar a la prestigiosa Escuela de Arte Teatral del Instituto Nacional de Bellas Artes de México. Es aceptado, incomprensiblemente. Y logra, en 1992, concluir, lo cual ya es del todo irracional.
Es 1996 cuando conoce a un maestro ucraniano de apellido impronunciable: Anatoli Lokachtchouk, quien lo adopta como discípulo. Bajo su tutela funda el Escuadrón Jitomate Bola, un grupo que funciona como compañía, escuela y laboratorio a la vez. Malabares, acrobacia, equilibrio, literatura, apreciación musical y cinematográfica, hipnosis, declamación, mímica, danza, gastronomía, ilusionismo, elefantes, osos, ratones, gags, dionisiacas, saturnales y algún asunto más; son las lecciones que Anatoli prodiga, y entre ese fantástico caos, la pregunta del pupilo: ¿qué es el clown?, y la respuesta del mentor: “¿cuál?”.
En 2002 termina este período y en ese mismo lapso, tras repetidos viajes al sur de Sonora, le será permitido vivir la experiencia de ungirse payaso ritual, “chapayeca” en una comunidad Mayo.
En 2003 Chucho Jitomate devendrá Chucho Lavadero. Ese es otro capítulo.